sábado, 8 de marzo de 2008

(Val)paraìso

Nada mas huerfano que la espera sin el tiempo.
Nos hacemos doble nudo en la malla del reloj, por no quedar fuera de una sociabilizaciòn establecida bajo parametros arbitrarios.
Poco importa si el sol alumbra la nuca o encandila. Ya lo vimos, hasta podemos encender la pirotécnia a una hora del año nuevo, sin siquiera cuestionarlo.
Tememos a ser lentos, quedar fuera del tiempo que maneja el resto.
¿Y que se espera mientras corren las agujas? Aguardamos por logros, por la primera palabra, por embocar en el inodoro, por la preferencia de Rita (la señorita de salita verde), por alzar la voz más alto en la universidad, por el empleo envidiable, mejor salario, auto, casa, esposa, lavarropas, vacaciones, hijos, jubilación, nietos... Mentira!
Solo se enseña a esperar constantemente una muerte que nunca llega.
El tiempo es chofer de un mundo de medios, y el fin, eterno deseo.
Se busca acceder a la cima, satisfacer una "necesidad" ¿Y luego qué?
Cuando la vida se ve desde arriba, solo queda cuidar lo que se posee, asegurar el porvenir de los hijos y sostener un orden que mantenga a la rueda en funcionamiento. Y claro, suena aburrido.
Beneficiar al aparato no tiene sentido, si sus partes no obtienen rédito. Pero la percepciòn no debiera ser del todo apocalíptica. Aunque poco enseñen, de todo se aprende.
Es posible nacer a cada segundo en lugar de aguardar constantemente por la muerte. Solo basta con recordarlo.
Es cierto, el contexto està armado con balas sabor rutina que propician el olvido, detràs del discurso de la comodidad. Pero sentarse en silencio una hora frente al televisor apagado o extender el brazo improvisado y tomar el primer colectivo que lleve a un sitio desconocido, no deberìa resultar tan dificil.
Es simple, sin embargo, en algo tan básico puede encontrarse el valor del instante. El èxito está en la respiraciòn, en estas trez palavras kon faltas de ortografìa, en lo que debimos haber hecho y en el despertador que no sonò esta mañana.
Todo es movimiento, cada acto cambia el mundo. Està en uno correrlo de atràs o hacerlo correr concientemente.
Estas lìneas implican del fin de un viaje, que resulto de años y nunca deja de empezar, sin embargo, el tiempo discute: "fueron 2 meses".



Valparaíso, Chile. 5/5/08.





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